MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
Aragón será la primera comunidad autónoma con todos sus registros civiles informatizados, gracias a la tecnología que ha implementado en ellos Minsait, compañía de Indra especializada en transformaciones digitales.
El proyecto en el que Minsait ha aplicado sus soluciones ha permitido la digitalización de más de 10.000 fondos de los registros de 731 municipios.
El desarrollo se ha dividido en diversas fases. En primer lugar, se realizó un proyecto piloto para digitalizar los partidos judiciales de Calatayud (Zaragoza) y Huesca ciudad. Después, se acometieron los de Alcañiz, Calamocha y Teruel, lo que convirtió a la provincia turolense en la primera española con sus registros civiles informatizados; tras ella, siguió la provincia de Zaragoza, recientemente concluida, y, por último, el proyecto finalizará con Huesca provincia, cuya evolución culminará en mayo de 2023.
Esta actuación va en línea con la Ley estatal de Acceso Electrónico de 2007, que reconocía el derecho de los ciudadanos a relacionarse con la Administración por medios electrónicos; así como la Instrucción del Gobierno de 28 de mayo de 2008, por la que se subrayaba la obligación de informatizar todos los registros españoles posteriores a 1950.
En la región de Aragón, la digitalización llevada a cabo por Minsait ha ido más allá, incluso, y logra tener constancia digital de las defunciones desde 1935 y, en el caso concreto de Teruel, cuenta también con todos los nacimientos a partir de 1920. La actuación, pionera en el país, ha suscitado ya el interés de otras comunidades autónomas atraídas por seguir su ejemplo.
Para Minsait, «es un orgullo haber podido acompañar al Gobierno de Aragón en una actuación tan relevante», subraya Mayte Vázquez, responsable del proyecto en el mercado de Administraciones Públicas de Minsait, quien hace especial hincapié en lo que un proyecto de este tipo supone en criterios de eficiencia y sostenibilidad: «Hasta ahora, se debía localizar el tomo, acceder al mismo y leer todas las anotaciones manuscritas en los propios documentos, lo que dificultaba mucho su manipulación, consulta y conservación. Hablamos de fondos delicados, muchos ya degradados por el tiempo transcurrido y el uso, por lo que una actuación de este tipo es clave para parar su deterioro y agilizar las gestiones o solicitudes hacia la Administración, sobre todo en aquellos municipios más pequeños, donde las limitaciones son determinantes».