MADRID, 03 (SERVIMEDIA)

Los laboratorios de diagnóstico hematológico solicitaron este lunes personal formado en nuevas tecnologías para «mejorar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la sangre», según el Grupo Español de Biología Molecular en Hematología de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).

Así se puso de manifiesto durante la Reunión Anual de la SEHH, en la que se destacó «el significativo impacto de la investigación molecular» en el campo de la Hematología. «Las técnicas moleculares continúan desempeñando un papel central en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la sangre», explicó Mª Teresa Gómez Casares, presidenta del Grupo y hematóloga del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

Según explicó Gómez Casares, «el desarrollo de nuevos métodos en biología molecular no sólo ha permitido el diagnóstico molecular individualizado de estas enfermedades, sino que ha contribuido al descubrimiento de esquemas terapéuticos genéticos o dirigidos».

Por ello, «uno de los retos de los laboratorios de diagnóstico está en la incorporación de las nuevas tecnologías para conseguir resultados con sensibilidad, precisión y a la velocidad adecuada. Para ello, es necesario invertir también en personal preparado y formado en los últimos avances».

NEOPLASIAS HEMATOLÓGICAS

Otro de los proyectos que se han presentado durante la jornada, son unas «guías para el estudio de las neoplasias hematológicas germinales». Aunque la mayoría de los cánceres de la sangre se considera que están relacionados con cambios genéticos espontáneos en los precursores hematopoyéticos, «estudios recientes han demostrado que en algunos pacientes existe un componente hereditario, es decir, que existe una variante de la línea germinal que puede ser compartida por varios miembros de una familia».

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Ya en el 2016, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó las neoplasias mieloides con predisposición germinal como entidades independientes. Por ello, muchos laboratorios de diagnóstico han incluido pruebas de línea germinal como parte de su rutina, «lo que genera la necesidad de asesoramiento al paciente y vigilancia de los miembros de la familia en riesgo, además de obligar al estudio de posibles donantes de médula ósea».

Sin embargo, «no conocemos todos los genes implicados ni existe un consenso sobre los genes a estudiar en cada patología, además de tener problemas para interpretar determinados hallazgos», como señaló la doctora Gómez Casares.

«La secuenciación masiva se ha convertido en una herramienta cada vez más importante en el manejo clínico de las neoplasias hematológicas, allanando el camino para mejorar los diagnósticos, personalizar el tratamiento y monitorizar la respuesta al mismo». Añadió que, «sin embargo, no hay criterios estandarizados sobre qué genes deben estudiarse en cada patología, de ahí la necesidad de establecer unos criterios».